Sin embargo, la compañía de cobro de deudas Gurstel Chargo, que les exige que devuelvan un crédito no pagado de 6.000 dólares, incautó la cuenta bancaria de la esposa. Asimismo, uno de los cobradorles insultó al  veterano en los siguientes términos: “deberías haberte muerto en la guerra en vez de  vivir a costa de  otros estadounidenses".

La pareja presentó una demanda y el Tribunal confirmó que sus cuentas bancarias estaban libres de este tipo de incautaciones.

Pese al fallo judicial, la compañía no cesó de hostigar a la pareja. En una conversacion telefónica el representante de la compañía espetó al veterano: "Tendrás que buscar un abogado para devolver su dinero ¡Tu no tienes dinero para pagar al abogado! Nos debes dinero. Espero que tu esposa se divorcie de ti. Si hubieras servido bien al país, no habrías sido un discapacitado".

Los Collier ahora confían en ser indemnizados por invasión de la privacidad y daños emocionales. Estos hechos violan la Ley de Colección Honorable de Deudas, según la cual es ilícito para los cobradores de deuda lanzar amenazas o insultos injustificados, distorsionar el estatus ilegal de la deuda.

Según la revista 'The Daily Beast', a menudo los cobradores usan tecnicas de acoso para obtener dinero de los deudores por el interes que reciben de cada deuda devuelta. De promedio, ellos cobran un 20% de las deudas, así que, en el caso de Collier, el cobrador se embolsaría alrededor de 1200 de dólares.