Cuando se utiliza el crédito para pagar los
gastos cotidianos
La imagen estereotípica es que la gente que agota los límites de la tarjeta de
crédito lo hace para comprar productos o servicios de lujo. Pero esto no es tan
frecuente. Cuando se está corto de dinero, las personas usan la tarjeta de
crédito para pagar gastos cotidianos, tales como compra de comida, co-pagos para
visitas al médico, recetas de farmacia o reparaciones de sus autos.
Al
producirse una crisis financiera como un divorcio, o la pérdida repentina de un
empleo o de un cónyuge, puede no llevar mucho tiempo agotar completamente el
límite de la tarjeta de crédito en pagos a un abogado, arreglos para los costos
de un funeral, seguro de salud, cuidado de niños, medicinas… y la lista sigue.
A
veces las familias encuentran que son capaces de enfrentar la primera ola de
pagos, pero luego quedan tan ajustadas que cuando las golpea una segunda ola de
gastos, o tiene lugar un pequeño evento subsiguiente que cuesta dinero, ya no
pueden afrontarlo. Cada ola de nuevos gastos puede situarle más cerca del límite
de lo que puede financieramente pagar.
Por ejemplo, veamos qué pasa cuando una familia de dos ingresos separados se
divorcia. Uno de los cónyuges se encuentra ahora con la responsabilidad de criar
a los niños con la mitad del ingreso combinado del cual se disponía antes y AUN
tener que satisfacer el mismo pago de hipoteca mensual, pago del automóvil,
primas de seguros, etc. Si la pareja se encontraba ajustada antes de
divorciarse, las mismas responsabilidades pueden ahora fácilmente empujar a uno
de los cónyuges a pasar el punto de ruptura financiera.
O considere lo que ocurre si una familia que está luchando para cumplir con sus
gastos de vida basados en dos ingresos de pronto se enfrenta a la situación en
la que uno de los cónyuges es despedido de su trabajo. Repentinamente, una
hipoteca que ya era difícil de pagar mes tras mes ahora se vuelva totalmente
imposible. Si la situación del mercado local de bienes raíces hace difícil
vender la casa y encontrar una casa que ellos estén en condiciones de pagar
dentro de la zona del distrito escolar donde viven, la pareja va a tener que
poner sus expectativas más allá del trabajo de los cónyuges para encontrar una
casa que puedan pagar.
Con tantas personas atravesando una situación ajustada financiera, el uso del
crédito para solventar los gastos cotidianos y no objetos de lujo y quedar
vulnerables ante emergencias inesperadas que crean demandas financieras extra,
la pregunta que aparece es “¿Cómo hemos llegado a este punto?”.
Fuente: https://delaware.cambiosinesperados.org/Templates/ci/Content.aspx?id=1259
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