De
18.000 morosos del pago de cuotas de viviendas sociales distribuidos por toda la
provincia, el IAPV intimó a 5.033 beneficiarios que en conjunto adeudan $ 59
millones. De los notificados, 627 cancelaron el total de la deuda que ascendía a
$ 3.400.000 mientras que otros 1453 adjudicatarios, que adeudan cerca de $
19.000.000, decidieron adherir a un convenio de refinanciación. Los expedientes
de los restantes 2.953 adjudicatarios (el 59 % de los intimados que adeudan $
59.000.000) que ignoraron las notificaciones terminarán en Fiscalía de Estado.
“Aquellos que no se acercan al Instituto y hacen caso omiso, los enviamos a
Fiscalía una vez vencido los plazos para que prosigan con la vía judicial y que
se encarguen de recuperar esas viviendas que se otorgaron en algún momento”,
dijo a DIARIOJUNIO el vicepresidente del IAPV, Alfredo Francolini. Resta saber
que actitud tomará la Fiscalía con quienes evaden la responsabilidad de pagar
por las casas en las que habitan.
Guillermo Coduri El
funcionario recordó que cuando asumió la morosidad rondaba el 68 %. En
consecuencia implementaron varias medidas como el descuento a los empleados
públicos provinciales y la firma de convenios con los municipios para que
también realicen el descuento. “Los adjudicatarios que no pagaban, ahora sí lo
están haciendo”, destacó el vicepresidente.
En consecuencia, disminuyó la morosidad y la tasa de beneficiarios que abona la
cuota se encuentra cerca del 40 %, entre quienes cancelan la deuda o firman los
convenios de pago. “Esto no significa que estamos conformes con eso”, dijo.
El vicepresidente del IAPV manifestó que Fiscalía debe: “tratar de llegar a que
se cobre la deuda”. Siguiendo esa línea, mencionó que se debería trabar un
embargo sobre los beneficiarios que tienen ingresos con recibo de haberes.
Más adelante, indicó que el Instituto contempla “todas las situaciones” que
puedan llegar a presentar los adjudicatarios. “Tenemos las puertas abiertas para
todos”, señaló Francolini. En tal sentido, destacó que hay muchos adjudicatarios
que no tienen recibo de haberes y sólo cuentan con un trabajo temporario como
sustento de vida con ingresos menores. Hace poco, un changarín logró acordar una
cuota módica mensual y el segundo mes pagó por dos períodos ante la duda de no
tener dinero más adelante. “Esto quiere decir que la gente está entendiendo que
las casas no eran para regalar”, mencionó.
La tarea está lejos de concluir. Francolini aseguró que continúa el proceso de
intimaciones. “El resto está en proceso de notificación”, expresó. De hecho, ya
están en marcha las notificaciones para más de 2000 beneficiarios que adeuda $
23.000.000 a las arcas del IAPV.
Justamente, al tratarse de un sistema solidario, el incremento de la recaudación
es clave para encarar más planes de viviendas. En enero pasado, al IAPV
ingresaba cerca de $ $ 1.800.000 mensuales. Once meses después, la recaudación
casi se ha triplicado. “Hoy estamos hablando de más de $ 5.200.000”, señaló.
“Para nosotros es muy importante, tenemos muchas obras en ejecución y hay que
seguir pagándolas. Necesitamos que este tenga un recupero. Si bien todos tenemos
derecho de tener una vivienda digna, tenemos la obligación de pagarla”, indicó.
Sólo con garante
La regional Salto Grande abarca cinco departamentos (Concordia, Feliciano,
Federal, San Salvador y Federación) pero las notificaciones sólo se efectuaron
en Concordia. Se distribuyeron cerca de 1.600 intimaciones. De ese número, cerca
de 90 beneficiarios cancelaron su deuda al contado, que en conjunto sumaba
alrededor de $ 1.000.000. Otros 348 adjudicatarios adhirieron voluntariamente a
un plan de pagos. En total, adeudan cerca de $ 12.800.000.
Roberto Mazarello, gerente a cargo de la regional del IAPV, expresó que la
convocatoria para regularizar la situación he tenido un alto acatamiento entre
los adjudicatarios. “Tenemos un número muy importante de cancelación de deudas
al contado y un número importante de refinanciación de adjudicatarios que se han
acercado a la regional”, sostuvo.
En tal sentido, Mazarello sostuvo que todas las refinanciaciones –y en el
otorgamiento de nuevas viviendas- que llevan delante desde ahora se convalidan
únicamente con la presentación de un garante “sólido” para tener una certeza de
cobro. “Debe tener un sueldo estable. Puede ser empleado público, de comercio,
monotributista con sus tributos al día”, explicó. En definitiva, empleados del
sector privado con cierto grado de antigüedad. “Salvo en los casos que sean
empleados públicos que tengamos la certificación para hacer los descuentos por
recibo de sueldos o en las cuenta de cobro del banco”, explicó.
Al igual que Francolini, Mazarello recalcó que el IAPV intenta solucionar todo
tipo de situaciones económicas que pueden presentar los adjudicatarios como, por
ejemplo, aquellos que trabajan sin estar registrados. “Vemos que cuota puede
pagar”, indicó. Para los jubilados hay una consideración especial en sus cuotas.
“Lo importante es que todo el mundo se acerque”, señaló.
En esa línea, indicó que la intención es estirar los plazos todo lo posible para
evitar que el expediente llegue al terreno judicial. Las notas de intimación
tienen fecha de vencimiento pero aclaró que hay flexibilidad para pedidos
especiales de parte de quienes quieren cancelar la deuda o necesitan conseguir
un garante para acogerse a un plan de pagos. “Se les da unos días más para
solucionar el tema”, dijo.
Pero aquellos que no dan señales de vida en el IAPV, el expediente sigue su
derrotero que finaliza invariablemente en Fiscalía. “Es la que va a implementar
las medidas que crea pertinentes para el cobro de esa vivienda”, explicó. Esa
repartición tiene poder como para trabar un embargo sobre el sueldo del
beneficiario o sobre la vivienda en sí para evitar que la pueda vender.
DIARIOJUNIO intentó dialogar con el titular de la Fiscalía, Julio Rodríguez
Signes, para saber si estaba en sus planes recuperar viviendas para otorgarlas a
otras familias pero no pudo localizarlo. No obstante, una fuente de Fiscalía
señaló esta mañana que ya se presentaron familias interesadas en casas cuyos
moradores sean desalojados por falta de pago.
Mazarello sostuvo que la prioridad es avanzar en los casos en que la capacidad
económica familiar es inequívocamente capaz de afrontar el pago de una cuota.
“Aquellos beneficiarios que estamos más que convencidos que pueden pagar y
llevar su cuota al día y que por diferentes motivos no han podido o querido.
Cada uno sabe en su conciencia por que no ha regularizado la deuda”, manifestó.
En otro párrafo, el titular de la Regional Salto Grande señaló que los costos de
las cuotas son muy inferiores a los alquileres que ofrece el mercado. Por
ejemplo, una cuota promedio del Instituto ronda los $ 500 mientras que el
alquiler de una casa con las mismas características está entre $ 1500 y $ 1800.
“O sea que por un tercio de lo que se alquila, uno puede pagar la cuota”,
graficó.
En tanto, en el IAPV establecen una relación entre la cuota de la vivienda y el
ingreso familiar. “A nosotros nos está dando entre un 10 % y un 15 %. En
consecuencia, vemos que queda claro que lo que estamos reclamando es acorde al
bolsillo de cada uno de nuestros adjudicatarios”, precisó.
Fuente: https://diariojunio.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=52704