La clave de la satisfacción en el trabajo parece ser un secreto muy bien guardado que solo unos pocos encuentran, pues son múltiples los factores capaces de arrebatar el deseo por realzar esas tareas diarias que pueden resultar agotadoras, aburridas y demandantes. Entre las principales causas está la propia rutina, un ambiente hostil, baja remuneración, o el simple hecho de preferir estar en otro lugar, disfrutando de los placeres de la vida.

A pesar de que para muchos las horas de trabajo no sean las más placenteras del día, se trata de una actividad de la que muy pocos (o ningunos) pueden prescindir debido a compromisos económicos, fundamentalmente. Pero no todo está perdido. Hay medidas simples que pueden transformar ese panorama gris, según los autores de “Fish”, best seller sobre motivación.

Por medio de una historia ficticia Stephen C. Ludin, Harry Paul y John Christensen enseñan que no se necesita de las profesiones más “divertidas” y excitantes para disfrutar de las responsabilidades diarias. Con asumir una buena actitud se puede empezar a trillar el camino para desarrollar gusto por el trabajo, en lugar de permitir que la rutina drene el ánimo y el espíritu proactivo y dinámico.

Hay que saber que no siempre se tiene las condiciones ideales, esas a las que la mayoría aspiran. No obstante, sí se puede escoger la actitud con la que se enfrentará el día: una de queja y desánimo, u otra de optimismo y satisfacción.

Además, se requiere del trabajo completo del equipo para mejorar el ambiente de trabajo, desde los mandos más altos hasta los de la base. 

Para crear ese espacio adecuado y propicio para la motivación, se requiere transmitir la sensación de seguridad a los colaboradores. Es decir, que se sientan cómodos con expresar quienes son, su personalidad, en un ambiente de trabajo acogedor y armonioso, motivado por un liderazgo que inspire confianza, en lugar de temor.

De inmediato se podrán observar los beneficios. Habrá mayor productividad, menor rotación de personal, menos impuntualidad. El equipo asistirá a la empresa  con una actitud más positiva y  se esforzará en conseguir los mejores resultados de su trabajo. 

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ALGUNOS TIPS
Los pasos para tener gente más motivada son simples. Lo primero es hacer que los empleados entiendan que son importantes, que su trabajo es necesario, y que la gerencia los valora y protege. Se requiere una gestión basada en la confianza, dejando de lado el miedo, con el fin de propiciar una jornada caracterizada por la diversión, creatividad y flexibilidad. Los resultados están garantizados. Pero, ¿qué pasaría si estas iniciativas no tienen ningún impacto en el sentido de bienestar de los empleados? La única razón para que ello suceda es que no se han aplicado de la manera correcta.