En
la semana pasada, una cadena radial organizó un interesante debate sobre el
liderazgo ejercido en el departamento y que, de acuerdo con las conclusiones
alcanzadas, es pobre y sin ningún efecto en el crecimiento de la región y el
mejoramiento de la calidad de vida de los huilenses. Varias cosas para
anotar. La primera, lamenté que la controversia se limitara al liderazgo
político y no al liderazgo en general.
Esto por cuanto al
dejar de lado otros liderazgos el análisis quedó muy parcializado y dio la
sensación de que los únicos líderes son los políticos, lo cual no es cierto.
En muchos sectores y actividades se encuentran ejemplos de liderazgo mucho
más efectivo que el de los políticos.
A manera de ejemplo, vale mencionar los resultados en cafés especiales,
que no existían hace 10 o más años. ¿Nacieron de la nada? ¡No! Son producto
de un liderazgo y un proceso. ¿Por qué no se reconoce? A los políticos solo
se les dice líderes si favorecen con su influencia a quienes les piden
colaboración o votan por ellos por las promesas que les hacen.
Por esto, tal como lo mencionó uno de los participantes, a esta clase de
liderazgo lo llaman de intermediación.
Algo que no se analizó, precisamente por la parcialidad del
análisis, es que una comunidad que no confía en sus líderes acaba con los
procesos de liderazgo. No en vano Francis Fukuyama escribió su obra
Confianza para reconocer que si esta no existe no habrá liderazgo. Y los
huilenses somos escépticos: No creemos en nada ni en nadie; por el
contrario, siempre ponemos en duda logros importantes de nuestra gente por
diversas razones. A los empresarios no les reconocemos sus esfuerzos porque
los tildamos de explotadores. En tales condiciones, ¿vale promover la
responsabilidad social empresarial?
Participo de la conclusión de que los políticos no son líderes sino
influyentes; pues no son líderes de la manera como se identifican estos:
asociados a un objetivo, a un renglón, a una causa. Quizás son líderes
circunstanciales y pasajeros pues duran hasta que su periodo se acaba.
Afortunadamente, los líderes se pueden hacer y a esta es otra tarea
pendiente en el Huila pero con un proceso educativo desde la cuna y
empezando por principios y valores.