Cobrando facturas
vencidas: quiero mi dinero y lo quiero ahora
Autor: Mujeres de
empresa
¿Cansada
de oír: "Ya le enviamos el cheque por correo"? Aunque posiblemente tenga
sólo una o dos cuentas problemáticas, la molestia y el trabajo de
recolectar la cobranza pueden que le hagan preguntarse por qué entró en
este negocio en primer lugar. Simplemente algunas personas se niegan a
pagar sus facturas.
Estos clientes que exigen productos de calidad entregados puntualmente,
pero desaparecen en cuanto reciben la factura, pueden comprometer
seriamente su movimiento de caja.
Desgraciadamente, en el clima de negocios actual puede terminar siendo
la Bruja Mala para conseguir el dinero legítimamente ganado.
Es difícil imaginar que hubo un tiempo en el que un apretón de manos y
la palabra empeñada eran todo lo que se necesitaba para cerrar un
negocio.
En los EE.UU, la Small Business Administration estima que el informe
crediticio y las cobranzas crearán más trabajos entre 1994 y 2005 que
cualquier otra industria pequeña, al menos en ese país. Esa una gran
noticia para los emprendedores que se encuentran trabajando en esa área,
pero ¿qué pasa con el pequeño/a empresario/a que está esforzándose por
manejar un inventario, empleados, y demandas del cliente? ¿Qué recurso
tienen aparte de contratar a una agencia de cobranzas?
Antes de dar crédito
Los expertos están de acuerdo en que un poco de investigación antes de
aceptar un nuevo cliente prevendrá muchas noches de desvelos.
Idealmente, usted puede pedir un adelanto sobre la factura -digamos un
50% al contratar y el saldo a los 30 días de la entrega. Ésta es la
práctica común con los contratos, agencias publicitarias y consultores
que deben incurrir en gastos para completar un trabajo. Si un nuevo
cliente se echa atrás ante la idea, es un mal indicador... ¡Siga con
otro! No gaste su tiempo y energía en clientes que están buscando un
trabajo gratis.
Antes de dar crédito a cualquiera, pídele referencias comerciales, es un
indicador claro que usted quiere decir negocios, no caridad. El punto en
contra de esto es que, a menos que esté tratando con una persona
completamente inepta, nadie le va a dar, a sabiendas, malas referencias.
En cambio, vuélvase pro-activa y muestre interés por la compañía con la
que quiere realizar negocios comerciales. Los Bancos hacen eso todos los
días. Yo cuestionaría las políticas de cualquier institución Financiera
que entregara el dinero graciosamente para un empréstito comercial o
hipoteca sin investigar la historia crediticia de un cliente en serio.
Como pequeña/o comerciante o profesional, usted tiene tanto que perder,
si no más, si no le pagan una factura con la que estaba contando.
Por una pequeña suma, una empresa independiente le informará del
historial crediticio de su potencial cliente y la alertará de posible
situaciones peligrosas. Hay varias empresas dedicadas a brindar
información comercial, las más conocidas son: Veraz, Equifax, Trans
Union Credit Info y Experian Credit Report. Los informes son muy
económicos y puede pedirlos desde Internet. Anteriormente publicamos una
nota para chequear rápidamente los antecedentes crediticios de un
potencial cliente: Cómo verificar la solvencia de los cheques que
recibe.
Alertas crediticias
Preste especial atención a las quiebras en el pasado, los pagos tardíos,
y saldos pendiente de otros negocios. La gente pierde el pelo pero no
las mañas… Muchos sencillamente se desplazan de negocio en negocio,
dejando un tendal de deudas a su paso. Una posibilidad es establecer una
política crediticia clara y explicarla detenidamente a un potencial
cliente, invertirá un poco de tiempo pero evitará algunas situaciones
desagradables.
También es importante mantener archivos contables claros (nombre del
cliente, suma facturada e historial de pagos) con el propósito de
facturar y cobrar. Haga una revisión mensual para ver su estado de
cobranzas. Si un cliente es habitualmente “muy flexible” con su cuenta,
¡ciérrela! Pasar por alto los pagos vencidos sólo les da la oportunidad
de aprovecharse de su indulgente esquema de cobros. ¿Recuerda al
personaje del Chavo? Se aprovechan de mi nobleza…
De vez en cuando un cliente poco escrupuloso pasará su escrutinio. Antes
de iniciar acciones legales, existen los siguientes pasos rectificar la
situación:
Mande la factura nuevamente. Hágalo de la forma más impersonal y
profesional posible. El sello “SEGUNDA NOTIFICACIÓN” estampado en rojo
en la parte superior, seguramente llamará su atención.
No tema levantar el teléfono y llamar si la factura está vencida. Una
llamada telefónica es diez veces más efectiva que mandar una carta. A
veces las empresas pequeñas dudan en reclamar las facturas por temor a
perder el cliente y posponen la situación durante meses. Grábese lo
siguiente: Si una empresa está en problemas, pagará primero a los más
insistentes (conocimiento adquirido con sangre...)
No se disculpe por solicitar el pago o por preguntar si recibieron la
factura, eso sólo abre la puerta a las excusas. Muchos emprendedores y,
sobretodo las mujeres, temen ofender a alguien. “Tal vez el cartero la
extravió, o la pasó debajo de la puerta y el perro la comió o un tornado
se la llevó...” Pero nada de eso la ayudará a pagar sus propios
gastos...
También tiene la posibilidad de contratar a un abogado o a una agencia
de gestión de cobranzas por un % de lo efectivamente cobrado. Esta
solución es válida si usted ya no desea conservar el cliente. Pues
cuando se involucran asuntos legales, las relaciones no quedan
generalmente en buenos términos.
Las cobranzas a veces son una especie de juego del gato y el ratón.
Aunque a nadie le gusta perder, a veces es mejor sacarse un mal cliente
de encima y seguir adelante. Archívelo en el cajón de la experiencia.
Fuente:
https://gestiopolis.com/finanzas-contaduria/mujeres/cuentas-por-cobrar-facturas-vencidas.htm
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