PEPI MARTIN - MADRID 07.02.2014
Pere
Brachfield ha escrito un libro llamado Análisis del moroso
profesional. En el texto repasa la figura de aquellos deudores a los que
considera expertos en no pagar aquello que consumen.
La diferencia entre el mal pagador y los morosos sobrevenidos
es que el primero no tiene intención de pagar desde el momento de la compra,
como el protagonista de su obra.
Según este experto, estas personas suelen dar imagen de solvencia
y poseen una gran inteligencia emocional, con
la que se ganan a los demás. Por géneros, considera que mayoritariamente son
hombres aquellos que dejan sus deudas sin pagar. "Las mujeres morosas se
suelen haber corrompido por culpa de su pareja", explica Brachfield.
El fundador de Morosología y único morosólogo existente en
España explica también que en España se inventó "la chapuza y el moroso
profesional". El autor ha encontrado al ancestro del mal pagador, en uno de los
personajes de la obra El lazarillo de Tormes. "Antes iban con
espada y ahora van con tablet", afirma este especialista en la
prevención de impagos.
Se remonta al siglo XIX para encontrar al primer moroso institucional.
Rius y Taulet, alcalde de Barcelona, quien ordenó terminar las
obras de la exposición universal sin disponer de liquidez. El primer edil
catalán, al ser preguntado por sus concejales, afirmó: "Hagasé lo que se deba y
débase lo que se haga".
Su dilatada experiencia en este terreno le sirve para concluir que "los
mejores pagadores son las personas de clase trabajadora que pagan, siempre que
pueden, hasta el último céntimo". Este experto con experiencia en cobro de
impagados afirma que mayoritariamente ha tenido que ir a reclamar el
pago de deudas a zonas residenciales.
El autor recomienda ser cerebral y decir que no a aquellos
amigos morosos. Si no se es capaz de negarse, la alternativa es pensar que el
dinero prestado se está regalando.
Por último, Brachfield ha recordado que no se puede retirar un objeto de una
persona que debe su importe. Cuando se entrega un bien y se factura es
de la propiedad del comprador. La otra persona está obligada a pagar en
el plazo estipulado y solo un juez puede decretar un embargo.
Fuente: https://rtve.es/radio/20140207/mayoria-morosos-son-hombres/873900.shtml