El cobrador y el viaje del fin del mundo
Autor: Eduardo Buero
Hay veces que
escribo sobre el futuro, esta vez voy a escribir sobre el pasado.
Año 1998, mes de noviembre, 8:30 A.M., viaje en tren subterráneo, totalmente
completo de pasajeros. Y paraba en todas las estaciones en donde mas gente se
esmeraba por ingresar. Y comenzaba la lucha infructuosa de entrar empujando y
los que estábamos dentro íbamos corriéndonos hacia el centro resistiendo.
En la siguiente estación, un hombre joven empujó tanto para entrar al subte que
realmente produjo un gran corrimiento general (no se hasta donde, quizás salió
gente por otra puerta o alguna ventana).
Les recuerdo que era noviembre de 1998. Una mujer protestó airadamente, le dijo
“¡Bestia! ¡Cómo empuja de esa manera!” Y el joven le respondió gritando, “¡Si
estas incómoda viajá en taxi!” , armándose una discusión acalorada sin demasiado
sentido porque en realidad ambos se descargaban de lo mal que se viajaba en ese
tren.
Seguidamente, un señor de alrededor de 60 años dijo “¡Para qué protestan! Si
dentro de un año y un mes se viene la fin del mundo”.......silencio
general..........se produjo un gran silencio no solamente en la discusión sino
en todo el vagón. El año 2000 estaba bastante cerca y parece que era el final de
todo.......
Nuestro valiente cobrador, hombre al fin, lo primero que pensó fue que si
estamos a un año del final y no vale la pena discutir, se le ocurrió imaginar
cómo seria ese mismo viaje pero en noviembre 1999, mucho mas cerca del “año
2000” y por lo tanto mas despojado de todo freno, y se imaginó ese viaje todos
cantando, bailando toda esa misma gente, en ese mismo vagón, tomando cerveza,
total....se venia ahí no mas el fin del mundo......muy loco.
Profesional al fin, y como no tenia nada mas que hacer que aguantar el viaje
hasta bajar, recordó algunas anécdotas de su trabajo de cobrador, cuando le
decían “haceme juicio, embargame el sueldo si queres, dale, total no tengo nada,
no tengo sueldo, no tengo casa, no tengo auto, NI PERRO TENGO!!!!!!!!, no me vas
a sacar nada.....si ya tengo otros juicios y es igual”
Enseguida pensó nuestro cobrador que esos deudores deberían estar pensando algo
parecido a ese señor del fin del mundo, que “para que voy a pagar si total
explota todo......” Hay muchos deudores que viven el hoy y no piensan en el
futuro.
Bueno, pero la realidad no es asi. Salvo el protagonista que dijo las palabras
mencionadas, ninguno de los pasajeros creyó realmente que el fin del mundo se
acercara y entonces, unos minutos después volvió la normalidad, continuaron
pasando las estaciones, empezó a bajar mas gente de la que subía y finalizó la
aventura.
Pero qué me quedó?, lo parecido de ese comentario a como piensan algunos
deudores, y ahí esta el problema.
Un deudor jefe de familia si está con informe negativo en agencias de deudores,
seguramente en el futuro le cueste encontrar o cambiar de trabajo, sacar un
crédito para comprar zapatillas a sus hijos u obtener o renovar su tarjeta de
crédito.
Si es un empresario independiente o un profesional, no podrá tener acuerdo en
cuentas corrientes, ni cuenta siquiera, no accederá a crédito bancario a menor
costo ni obtendrá las referencias suficientes para presentarse en una
licitación, conseguir nuevos proveedores, realizar algunos trámites, etc.
Y eso es porque piensan solo en el hoy y no el futuro, como si no existiera.
Es función del cobrador hacer ver mas allá del hoy y que comprenda que mantener
una historia limpia o regularizarla pronto le facilitará su vida laboral o
comercial, obtendrá mejores precios y oportunidades, podrá elegir entre
alternativas diferentes y obtendrá el reconocimiento y respeto de sus pares y
colegas. Y que la imagen negativa se mantiene en el tiempo y que mas adelante se
va a arrepentir de no haber solucionado este problema hoy porque dentro de un
año o dos querrá cambiar, crecer u operar en el mercado y estará impedido.
Pero ¿cómo contestarle a ese deudor aparentemente indiferente? . Por supuesto no
hay que perder la calma y si nos dice “haceme juicio, no me importa, no te voy a
pagar” sugiero decirle...
“Entonces Vd. tiene mas problemas de lo que pensaba porque no solamente está
comprometido hoy sino que se complica mucho su futuro. Yo voy a cobrar igual, es
cuestión de tiempo.....”
El deudor es posible que diga “¿Cómo dijo?, Explicame!”
Y ahí continuamos, según el caso, por ejemplo si tiene hijos chicos “no podrá
comprarle a sus hijos nunca zapatillas en cuotas si no arregla esta deuda con
nosotros” “Y tampoco su señora, porque complica también el futuro de ella ya que
la relación figura en las agencias de informes”.....”Y no hablo de ahora, hablo
de cuando sus hijos necesiten algo para la facultad y irse de vacaciones a
crédito, recuerden que en cualquier solicitud de crédito se piden los nombres de
los padres...”
Y si es emprendedor “nunca le financiaran sus compras y si no le financian
tendrá que trabajar de contado y no podrá crecer, solo podrá vender también de
contado y se le limita mucho su desarrollo”
En Argentina paso realmente casi “el final del mundo” a fines del 2001, pero fue
real, no una predicción de Nostradamus, igual nos recuperamos, ya es casi 2005 y
se avisora un buen próximo año.
Asi que deudores, no crean que todo explota pronto, hay que seguir viviendo, el
futuro existe y es largo para sobrevivirlo en forma marginal, hay que seguir por
años generando ingresos y operando en esta sociedad.
Por lo tanto, el que tiene una buena historia en el mercado debe valorarla y
mantenerla y el que tiene un “prontuario” debe comenzar a sanearla para que en
el mediano plazo pueda recuperar los beneficios de estar al día. También ayuda
decirle “ Y los problemas cuando son muchos, solo hay una forma de
solucionarlos, de a uno y si regularizamos este ya le queda uno menos y empieza
a recuperar su nombre”
Y cobradores, comprendan que depende de Vds. transmitirlo correctamente.
Comprendan que nuestro mayor enemigo es la indiferencia no las medidas
económicas y si un deudor viene a la empresa o nos atiende por teléfono y nos
dice “haceme juicio, tratá de cobrarme, etc” sepan que le interesa por lo menos
un poco solucionarlo, porque sino no aparecería o no nos atendería.
También comprendan que otras veces esa reacción en realidad es una autodefensa
porque están enojados con ellos mismos porque de alguna manera han fracasado en
sus proyectos y por eso tienen mora, situación en la que no desea nadie estar.
Al ser muy difícil muchas veces encontrar al deudor, deben aprovechar cada
encuentro, cada “momento de la verdad” y no desperdiciarlo reaccionando a esas
ironías inútiles. Mantengan calma y tengan la respuesta preparada.
Además, mejor que cobremos sino el fin del mundo va a llegar seguro pero solo
para nosotros.
Fuente: degerencia.com
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