Tres casos curiosos
Definitivamente estamos entrando en un
mundo nuevo, al menos financieramente. Un montón de cosas extrañas e
inéditas están pasando hoy en EU. Te platico tres de ellas:
HIPOTECAS
El
bancotote JPMorgan Chase comenzó a pagar a sus deudores hipotecarios en
mora para que sigan ocupando sus casas, en vez de, como correspondería,
echarlos a la calle y embargar sus viviendas. Como lo oyes: están
premiando el atraso. Un ejemplo: el banco le ofreció a un deudor
descontarle cien mil dólares de su hipoteca y además darle diez mil
dólares en cash, a cambio de permanecer en su casa y facilitar la venta
del inmueble. Así, ambas partes evitan el embargo (y la consiguiente,
rápida depreciación de una casa abandonada, que es siempre difícil de
vender); el banco evita los costos del trámite legal; el deudor sigue
teniendo techo por algún tiempo, se ahorra un buen cacho en la hipoteca
y recibe una lanita para preparar su mudanza. El banco pierde menos.
Extraña cosa, pero real.
DEPOSITANTES CASTIGADOS
No menos extraño, el Banco New York Mellon comenzó a cobrarles a sus
depositantes grandes, en vez de pagarles interés por sus cuentas.
¿¿¿Perdón??? ¿Qué no era al revés y el banco les pagaba a sus clientes
por meter ahí su dinero?
Lo que pasa en estos tiempos de zozobra
es que los bancos se encuentran atiborrados de depósitos porque la gente
corre a refugiar en ellos su patrimonio líquido (en vez de invertirlo en
negocios o gastárselo en consumo). El problema es que los depósitos son
para los bancos un pasivo que les cuesta (el interés que le pagan al
depositante) y sólo tiene sentido si lo prestan a una tasa mayor
(generalmente MUCHO mayor) y obtienen utilidades de esa operación. ¡Pero
hoy nadie quiere préstamos y/o los bancos no quieren prestar! Hay cerros
de lana (lana de papel, lana ficticia, cierto, pero ahí está,
guardadita, congelada, “esterilizada”), y esa parálisis es lo que ha
evitado hasta hoy la hiper inflación (gracias al cielo, pero en algún
momento esta situación anómala ha de terminar) El caso es que ahora les
cuesta un 0.13% a los clientes grandes tener su dinero “seguro” en ese
banco. Entrecomillo la palabra “seguro” porque en los tiempos azarosos
que se vienen no habrá nada seguro en ninguna parte, y menos para el
dinero (remember El Corralito argentino; volverá a pasar, sólo que esta
vez a escala global).
CIUDAD EN QUIEBRA
Central Falls, en Rhode Island, se declaró en bancarrota después de que
funcionarios estatales intentaron persuadir a los jubilados del gobierno
citadino a aceptar recortes “voluntarios” en sus beneficios, y éstos
respondieron que no. Ahora los jubilados recibirán bastante menos que lo
que anteriormente les había sido ofrecido. Este caso se repetirá en
muchos estados y ciudades a lo largo de EU. “Central Falls es nada más
el canario.” (Se refiere al pajarito que suelen tener dentro de las
minas de carbón para que les avise a los mineros de escapes de gas
grisú, metano, que el hombre no puede percibir hasta que es demasiado
tarde y ocurre una explosión tipo Pasta de Conchos.)
AAA
Ahora resulta que cientos de cheerleaders oficiosos que hasta ayer se
rasgaban las vestiduras en cuanto a la etiqueta de triple A de EU como
si ésta fuera algo más sagrado que el himen nacional, hoy dicen, con
fingido desdén, que la inédita degradación que le decretó S&P a AA+ “no
significa gran cosa”. Para empezar, es increíble que alguien siga
concediendo una pizca de credibilidad a esas agencias, después de las
gigantescas pifias que personificaron en 2008 (dando etiquetas AAA a
bonos tóxicos, venenos puros, como eran por ejemplo los papeles subprime
de Fannie Mae y Freddie Mac) Pero bueno, los ingenuos en el mundo son
inagotables, como señaló P.T.Barnum. El problema es que en los estatutos
de muchos fondos (sobre todo de pensiones) se les exige invertir sólo en
bonos calificados AAA. De modo que el impacto de esa degradación de S&P
es todo menos “irrelevante”, como ahora alegan esos inefables
cheerleaders.
Fuente: Guillermo Fárber https://todotexcoco.com/noticias.php?NT=10330
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