Las demandas crecieron un 83% comparadas con el mismo período de
2018 y un 20% respecto a las que había en la década de los noventa.
La falta de liquidez del principal banco del país presiona sobre el
cobro a pequeños y medianos deudores.
JUAN JOSE REYES
En 2019 hay récord de demandas judiciales en catorce sucursales del
Banco de La Nación Argentina (BNA) en La Pampa por falta de pago de
clientes que compraron a crédito, recibieron préstamos personales o
adeudan cuotas. La cifra es 83 % superior a 2018 y 20 % más que la
década de los noventa, durante las dos presidencias de Carlos Menem.
En el último Boletín Oficial provincial se observan cantidades
inusitadas de providencias a comparecer para estar a derecho por
causas de ejecución de clientes ante el Juzgado Federal de Primera
Instancia. Sucede que el BNA pasó de ser la entidad financiera más
sólida del sistema, a con cada vez menos dinero (en la jerga
bancaria sin liquidez).
Estrés de liquidez.
En la actualidad el BNA se mantiene gracias a que en el Presupuesto
2019 la Anses le prestó en forma adicional a lo previsto 20.000
millones de pesos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) al
41,5% TNA. Hay críticas por el millonario préstamo a Mercado Libre,
donde trabaja el hijo de su presidente Javier González Fraga, y su
ingente acreencia en Molinos Cañuelas por 2.250 millones de pesos
(denunciada desde la Asociación Bancaria).
Pero la aspiradora de fondos que es el Tesoro Nacional, más aún
después del acuerdo con el FMI: 22.000 millones de pesos el año
pasado, y 40.000 millones a lo largo del 2019, presiona a ejecutar a
medianos y pequeños deudores. Intentan compensar su estrés de
liquidez (admitida por sus propios directores) con este mecanismo y
una normativa del Banco Central (BCRA) que permite a los usuarios
del sistema financiero suscribir plazos fijos online en cualquier
banco sin necesidad de ser clientes de la entidad, razón de ello son
las elevadas tasas con las cuales el BNA salió a competir en el
mercado.
Juicios por doquier.
Hoy ya no son productores agropecuarios de antaño cuando los bancos
hipotecaban sus campos en la oprobiosa década de los ’90, pero las
necesidades de ingreso de dinero obligan al principal banco del país
a ejecuciones, sentencias y demandas como no lo hizo en sus 127 años
de historia.
La política de fuerte contracción monetaria que ejecuta el Central
por imposición del FMI hace estragos. Como el BNA es una entidad del
Estado Nacional, está sometido en exclusividad a jurisdicción
federal, por esa razón juicios, edictos y remates en La Pampa surgen
desde el Juzgado Federal de Primera Instancia ubicado en Santa Rosa.
En todos los casos, cuando el BNA es actor en juicio, la competencia
federal es concurrente con la Justicia ordinaria de cada provincia,
en este caso la nuestra. Los banqueros opinan que esto recién
comienza, razón por la cual en marzo (publicados el último viernes)
los expedientes 874; 16.854; 9.660; 9.981; 9.997 y 16.855 preocupan.
La mayoría de ellos están caratuladas como «Cobro de pesos/sumas de
dinero»; «Ejecuciones varias»; «Juicios ejecutivos» y hasta han
desempolvado viejas ejecuciones hipotecarias (urbanas y rurales) aún
no efectivizadas.
La AFIP agazapada.
La actividad del juzgado a cargo de Juan José Baric, ex
subsecretario de Política Penitenciaria de María Eugenia Vidal,
crecerá más cuando la AFIP, Regional Junín (Santa Rosa y General
Pico) den vía libre a más de dos mil intimaciones hasta hoy sin
ejecución (salvo por correo electrónico).
Lo más grave es que mientras el sistema financiero argentino tiene
ganancias estratosféricas, claro está, a costa de prestarle al BCRA
a cambio de las Leliq al 74,07% y aquellos pagarlas a sus clientes
50%, los malos manejos sumergen a la entidad financiera que tiene
los depósitos más grandes.